La evolución del informe Delors en 1997, ha llevado a la UNESCO a hacer un nuevo informe mundial en el 2021, basado no solamente en los expertos (que era el precedente), sino preguntando y contando con la participación de más de un millón de personas del mundo de la educación, para así ser más inclusivo en su co-creación.
Este nuevo informe avanza y recomienda que debe ser una educación inclusiva para todos, que se respeten los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y que debe estar orientado a solventar los retos pendientes que tiene la humanidad como especie en el planeta el cual comparte con otros seres vivos ODS 2030 (https://www.undp.org/es/sustainable-development-goals )
Al mismo tiempo pone como pilar fundamental para dicha tarea, una educación de la cooperación.
Sin embargo, esa cooperación no se puede llevar a cabo sin a priori, saber los talentos innatos de cada persona, y tener una visión ecosistémica de la diversidad de talentos innatos con que contamos como especie.
Como acertada y empíricamente bien describió y analizó Sir Ken Robinson estudiando los sistemas educativos de Reino Unido (2016) de forma continuada y exhaustiva, que cada persona este en su “elemento” marca y mucho la diferencia.
A priori, desde la psicología positiva, como bien ha demostrado con la teoría de “flow” o la “rendimiento o experiencia óptima” Mihály Csíkszentmihályi (1990), hay una relación directa en que la manera óptima para que la experiencia humana florezca, es estando cada persona en su “elemento”; en su “Flow”.
Desde ese punto de partida, es desde donde nos permiten como humanidad transitar a nuevos paradigmas colaborativos o estadios de cooperación más avanzada. Una cooperación sin personas cooperativas conscientes de sí mismas ni dueñas de sus talentos innatos, será un paso en falso.
Desde esta premisa, es vital para la humanidad posibilitar a cada ser humano, que pueda conectar a través de su proceso educativo, con su singularidad y potencial innato.
Todas las experiencias pedagógicas progresistas basadas en la experimentación han resultado exitosas. Inclusive las pedagogías más punteras que ahora son avaladas por la neurociencia y que pasan por detectar la potencialidad innata de las personas, y la facilitación de la conexión persona-talento innato, elemento clave para que luego pueda emerger una cooperación saludable.
La investigación del Geniotipo avanza científicamente de forma testada, probada y contrastada.
Con una base grande, consistente y coherente, ofrece las claves para desarrollar y hacer florecer ese potencial innato que traemos cada una de las personas desde el SER individual, incluyendo así un acto inclusivo de reconexión a través de la comprensión de las propias habilidades innatas.
En la línea de las competencias clave de la LOMLOE, personal, social y aprender a aprender (reflexionar sobre uno mismo, cooperar e interactuar con la gente de nuestro alrededor y favorecer la capacidad de aprendizaje y crecimiento personal a lo largo de la vida, para así, desde ese reconocimiento-conocimiento de objetivos de desarrollo interior, ( https://www.innerdevelopmentgoals.org/framework) conectar con la diversidad humana e ir generando acción colectiva consciente para construir la cooperación que exige el nuevo informe de la UNESCO.
REFERENCIAS:
Csikszentmihalyi, Mihaly. Flow: The psychology of optimal experience. Vol. 1990. New York: Harper & Row, 1990.
Delors, Jacques, et al. La educación encierra un tesoro: informe para la UNESCO de la Comisión Internacional sobre la Educación para el Siglo Veintiuno. unesco, 1997.
LOMLOE, Ley Orgánica 3/2020, de 29 de diciembre, por la que se modifica la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación.
Robinson, Ken, and Lou Aronica. Creative schools: The grassroots revolution that’s transforming education. Penguin books, 2016.
UNESCO, Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación, 2022
Tony Estruch 2022 © Copyright Todos los derechos reservados